Fundada en 1945 como un pequeño taller especializado en la reparación de radios y equipos eléctricos, esta empresa familiar austriaca es actualmente un referente global de la industria, cuya trayectoria siempre se ha caracterizado por su espíritu de equipo y perseverancia.
Todo comenzó el 20 de junio de 1945, cuando Günter Fronius anunció oficialmente que ofrecería servicios de mantenimiento para radios y equipos eléctricos en los bajos de una pensión. Poco tiempo después, el Ingeniero Eléctrico tuvo una idea revolucionaria: fabricó un dispositivo con el que se podían recargar baterías de coches y prolongar su vida útil. El primer producto de Fronius tuvo una gran acogida, y le siguieron innovadores cargadores para aplicaciones industriales, como baterías para carretillas elevadoras. Pero su historia de éxito no había hecho más que empezar.
“Si tenemos en cuenta las circunstancias de la época, nuestros inicios se caracterizaron por el espíritu innovador, la audacia y la colaboración. La escasez de recursos despertó el ingenio de mi abuelo y le permitió sacar el máximo partido a lo que tenía a su alcance, creando productos reparables y asequibles para gran parte de la población”, afirma Elisabeth Engelbrechtsmüller-Strauss, CEO de Fronius y nieta del fundador de la empresa.